En un notable esfuerzo por revelar y compartir los tesoros culturales e históricos que yacen en las regiones asentadas en el corazón de Suramérica, las "IV Jornadas de las Tierras Bajas de Bolivia" culminaron exitosamente el viernes 11 de agosto en Santa Cruz de la Sierra. Este evento fue organizado por el Centro de Investigaciones Históricas y Antropológicas (CIHA), del Museo de Historia de la UAGRM, con apoyo del Grupo de Trabajo para los Llanos de Moxos (GTLM), la Universidad Católica Boliviana y el Instituto de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica de Argentina. 

Durante tres intensas jornadas (del 9 al 11 de agosto), investigadores de diversas partes del mundo se congregaron para compartir sus trabajos en cuatro áreas temáticas, abordando la arqueología, antropología, historia y los estudios bioculturales. Los principales focos geográficos de estas investigaciones fueron la Amazonía, Santa Cruz, la Chiquitanía y Guarayos, el Chaco y los Llanos de Moxos. Dentro de este rico abanico de investigaciones no pasaron desapercibidas las exposiciones en el campo de la arqueología.

Carla Jaimes Betancourt, de la Universidad de Bonn, destacó algunos de los resultados de investigaciones arqueológicas que se han llevado a cabo en los Llanos de Moxos durante los últimos 100 años, los cuales han revelado la presencia de ocupaciones humanas en esta región desde hace aproximadamente 10.000 años. Además, presentó nuevas evidencias de asentamientos con una antigüedad de aproximadamente 4.000 años en Santa Rosa de Yacuma, junto con otros descubrimientos arqueológicos que han contribuido a llenar los vacíos temporales en la historia de la ocupación humana en esta región del Beni. Finalmente, la investigadora resaltó la presencia de complejos culturales que se desarrollaron desde el año 300 d.C. hasta el 1.600 d.C. en los Llanos de Moxos, procesos culturales que en conjunto han "transformado el paisaje a una escala sin precedentes".

Fotografía: Márton Hardy / WCS

En el campo de la historia, Azarug Justel expuso las peripecias relacionadas con la cautivante búsqueda de un enigmático mapa de 1715, elaborado por el Padre Provincial Antonio Garriga, quien también es autor del documento "Linderos de los pueblos de las misiones de Mojos, declarados y confirmados por el Padre Provincial Antonio Garriga en su visita del 10 de octubre de 1715".

La antropología también desempeñó un papel fundamental, con exposiciones como la de Diego Villar, quien analizó el impacto cultural de la motocicleta entre los indígenas chácobos, demostrando su complejidad y cómo estas innovaciones se han incorporado al corpus cultural de este pueblo indígena. Por otro lado, Franziska Riedel compartió investigaciones sobre los indígenas baure e itonamas, quienes aún mantienen creencias religiosas y prácticas culturales precoloniales, más allá de la relación simbiótica que han establecido con el cristianismo en los últimos 300 años. Entretanto, Kantuta Lara presentó los resultados de una herramienta diseñada por Wildlife Conservation Society (WCS) que permite a las comunidades indígenas evaluar por sí mismas el estado de su cultura, empleando variables e indicadores significativos para ellas, y tomar decisiones para su valoración y revitalización en el contexto de sus planes de gestión territorial.

Los estudios bioculturales también destacaron en el evento, con exposiciones como la de Andrea Baudoin Farah, quien presentó un análisis comparativo desarrollado en el TIPNIS cuyos resultados permiten concluir que “el reconocimiento legal de la autonomía indígena no garantiza su existencia efectiva”, al tratarse de un proceso continuo y complejo que se redefine y negocia constantemente a lo largo del tiempo. Baudoin también expuso sobre la construcción de una visión colectiva de desarrollo sostenible para el paisaje biocultural de los Llanos de Moxos; investigación realizada por la Iniciativa Nat Cap, de la Universidad de Stanford, y CIBIOMA, de la Universidad Autónoma del Beni José Ballivián (UABJB), en el marco del GTLM.

Una mención especial merece la exposición sobre la Biblioteca Virtual del Grupo de Trabajo para los Llanos de Moxos, a cargo de Zulema Lehm, al tratarse de una herramienta invaluable para acceder a más de 2.000 registros de publicaciones sobre diversas disciplinas, impulsando así el conocimiento y las estrategias de investigación en los Llanos de Moxos. Para el cierre en torno a los Llanos de Moxos, Lehm también presentó una exposición sobre las principales características de este paisaje biocultural y su importancia global.

Esta cuarta edición de las jornadas de tierras bajas de Bolivia, que se ha convertido en un evento fundamental desde 2013, concluyó con un impacto significativo, consolidándose no solo como un espacio de intercambio académico, sino también como una plataforma necesaria para la promoción y difusión de investigaciones sociales en las diversas y ricas regiones de tierras bajas arraigadas en el corazón de Sudamérica.